A pacientes con trastornos físico-motores por:
- Daño cerebral adquirido (traumatismo, ictus, anoxia).
- Traumatismo raquimedular.
- Enfermedades crónicas con afectación motora (Parkinson, Movimientos Involuntarios, Esclerosis Múltiple, Ataxias y otros Trastornos del Movimiento, Neuropatías, Miopatías, Reumatismo Articular y Lesiones Osteoarticulares).
- Trastornos del Equilibrio y la Marcha.
- Trastornos del Lenguaje y la Deglución.
A pacientes que sufren crónicamente por:
- Dolor Neuropático, Reumático y visceral.
- Fibromialgia.
- Cefaleas primarias o secundarias.
- Tinitus o acúfenos.
A personas con trastornos del sueño.
A personas con trastornos de la conducta alimentaria.
A personas con alteraciones neuropsiquiátricas:
- Depresión.
- Ansiedad.
- Trastornos de conducta.
- Adicción.
- Deterioro cognitivo y pérdida de memoria.